El corazón tifoso de Como se encogió un poco tras la derrota por 1-0 ante el Torino, un golpe inesperado para un equipo que ha demostrado ser un verdadero guerriero en la Serie A. Pero en medio de la decepción, el mensaje de Cesc Fabregas, el capo del equipo, resonó con fuerza: «¡Somos una familia!».
Fabregas, el mago del fútbol, se dirigió a su equipo con palabras que van más allá del marcador. La derrota, aunque dolorosa, no ha mermado el espíritu de este joven equipo. Fabregas lo dejó claro: “Somos una familia más que nunca. Él es un chico de oro que nos dio mucho para el ascenso. El fútbol es así, ahora es importante mostrar que somos una familia en crecimiento. Este es el mensaje que hay que aprender: el fútbol no es justo, merecíamos mucho más”.
Fabregas, con la sabiduría que le da la experiencia, no dejó que la derrota empañara la visión del equipo. «Solo la Juventus ha sido más fuerte que nosotros; en los otros partidos, merecíamos mucho más. Era un partido para ganar. He visto al Torino este año, y había una sensación de que nos respetaban mucho».
La confianza en el equipo, sin embargo, sigue intacta. Fabregas sabe que la solidez de Como es real. «Me gusta que hoy el equipo no concediera oportunidades al Torino, excepto en los contraataques, donde son fuertes. Este es el camino correcto. Jugando así, quiero pensar que el fútbol nos recompensará eventualmente».
Pero ¿qué pasa con el joven Nico Paz, una promesa que está dando sus primeros pasos en el fútbol italiano? Fabregas, un maestro en la gestión de jóvenes talentos, transmitió un mensaje de calma y paciencia: “No tuvo un buen primer tiempo, pero en el segundo se adaptó a la situación, y cambiamos su posición para que tuviera un impacto. Al final, estaba cansado. Necesita seguir creciendo y es joven. No podemos pensar en lo que dice la gente; es un jugador que acaba de cumplir 20 años, y tenemos que mantener la calma. Todos debemos tener paciencia y gestionarlo bien”.
La derrota de Como ante el Torino es un recordatorio de que la strada hacia la gloria está llena de obstáculos. Pero el espíritu de lucha que Fabregas ha inculcado en su equipo se mantiene intacto. La «familia» Como no se desmorona ante la adversidad, al contrario, se fortalece. Y con el liderazgo de un maestro como Fabregas, el futuro de Como promete ser brillante.
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