La Roma está en una encrucijada. Después de una derrota amarga ante el Inter en la Serie A, los Giallorossi necesitan recuperar el savoir faire y demostrar su fuerza en la Europa League. El próximo partido contra el Dynamo de Kiev es crucial para mantener vivas sus aspiraciones europeas, y el técnico Ivan Juric, conocido por su enfoque pragmático y su exigencia, sabe que la Roma debe encontrar una nueva marcha.
En la previa del encuentro, Juric no se anduvo con rodeos. «No hemos decidido aún sobre las sustituciones. No será un cambio masivo, pero creo que sí realizaré algunos ajustes. Mancini no terminó el entrenamiento porque tenía fiebre», dijo, revelando un posible cambio en la alineación. Sin embargo, sus palabras fueron mucho más que un simple anuncio de formación.
«Hemos tenido algunas actuaciones positivas, pero en este momento no tenemos una mentalidad ganadora. No es la mentalidad de la Roma, y quizás ni siquiera de un equipo más pequeño que nosotros. Aquí tenemos todo lo que necesitamos para trabajar bien; lo demás son excusas», sentenció Juric, dejando claro que no acepta la mediocridad.
El mensaje es contundente: la Roma necesita una inyección de garra, una sed de victoria que parece haber desaparecido. «Espero una mayor disposición de los jugadores para salir de este momento. Partidos como los contra Monza o Elfsborg ya no son aceptables», exigió Juric, dejando claro que no hay margen para la complacencia.
Y aunque reconoce que la Roma ha dado pasos adelante en su juego, enfatiza que la mentalidad es fundamental. «Hemos dado pasos importantes en nuestro juego, pero la mentalidad se entrena durante las sesiones de práctica», dijo, dejando claro que la mejora no solo se basa en tácticas, sino en el corazón y la determinación del equipo. «Estoy contento de ver a mis jugadores crecer, pero aún no estamos al nivel que este equipo merece. Los resultados no son suficientes; ahora necesitamos presionar y mostrar de qué estamos hechos», declaró con pasión.
Juric también habló sobre la situación de algunos jugadores clave. Sobre Hermoso, dijo: «Es un gran profesional y está en muy buena condición. Siempre he elegido entre él y Angelino, a quien veo mucho en ese rol, pero eso no significa que no pueda jugar también como mediocampista». Sobre Baldanzi, confirmó: «Jugará mañana; no es un cambio».
En cuanto a su relación con el club, Juric no dudó en expresar su confianza: «Hablo con el director todos los días. Al igual que yo, él ve cosas positivas y negativas. No me falta nada aquí; hay una situación perfecta, y buscar excusas sería débil. La organización y el centro de entrenamiento son de primera clase; solo necesitamos ganar».
Y para finalizar, dejó claro que la Roma no se conforma con menos que la gloria: «El club quiere llegar a la Champions League. La Europa League y la Copa de Italia pueden darnos mucha alegría».
La Roma necesita recuperar su espíritu, esa llama que la ha llevado a conquistar títulos y a dejar su huella en el fútbol italiano. La Europa League es una oportunidad para demostrar que el fuego aún arde, y Juric, con su visión pragmática y su determinación inquebrantable, está listo para liderar a la Roma hacia la victoria.
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