Las sombras del Olímpico se ciernen sobre la Roma. Después de su derrota ante el Inter, la presión aumenta para el equipo de Juric, que busca redimirse en la Europa League contra el Dynamo de Kiev. Pero, ¿será suficiente? La verdad es que la derrota contra el Inter no fue un evento aislado. La Roma aún no ha encontrado su ritmo en la Europa League, con una victoria esquivo y un empate que dejan a los Giallorossi en un mar de dudas.
Juric, con su característica franqueza, no elude la realidad. «No tenemos la mentalidad ganadora que Roma necesita,» admite el entrenador, con un tono de preocupación que resuena en las gradas del Olímpico. «No es la mentalidad de un equipo como Roma, ni siquiera de un equipo más pequeño. Tenemos todo lo que necesitamos para triunfar, pero las excusas ya no son válidas.» ¡Basta de excusas!, parece gritar Juric a sus jugadores.
El mensaje es claro: ¡no hay tiempo para lamentos! Juric exige una respuesta inmediata: «Espero que los jugadores demuestren mayor determinación para salir de este momento. Partidos como los de Monza o Elfsborg no son aceptables.» La presión es palpable. La Roma necesita una transformación mental, un cambio de chip que permita liberar el potencial que se esconde bajo la superficie. ¡Grinta! Eso es lo que necesita la Roma.
Juric no se limita a señalar el problema, sino que también ofrece soluciones: «Hemos avanzado mucho en nuestro juego, pero la mentalidad se forja en los entrenamientos.» La confianza en sus jugadores es palpable, pero la necesidad de una mentalidad ganadora es un mantra repetido con insistencia.
El entrenador no se esconde ante las preguntas sobre su futuro. «Habló con el director todos los días. Él, como yo, ve lo positivo y lo negativo. No me falta nada aquí; las condiciones son perfectas. Buscar excusas sería débil. La organización y el centro de entrenamiento son de primera clase; solo necesitamos ganar.» Su mensaje es claro: la responsabilidad recae en el equipo, y las expectativas son altas. «El club quiere estar en la Champions League. La Europa League y la Copa de Italia pueden darnos mucha alegría.»
La Roma se encuentra en un punto de inflexión. La identidad del equipo está en juego. Juric ha puesto el dedo en la llaga: la falta de mentalidad ganadora es una barrera que debe ser superada. La pregunta es: ¿podrá la Roma superar esta crisis de identidad y encontrar la determinación que le permita alcanzar sus ambiciones?
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