¡Qué noche en el Olímpico! La Roma, con el carismático Ivan Juric al timón, se enfrentó a un curtido Athletic de Bilbao en su debut en la UEFA Europa League, y el resultado, un empate a 1-1, dejó a los tifosi romanos con un sabor agridulce.
Desde el primer pitazo, la Roma se mostró con la energía y la intensidad que caracteriza al juego de Juric. Los Giallorossi salieron a morder, y fue el ucraniano Artem Dovbyk quien abrió el marcador en la primera mitad, regalándonos un inicio de película. El Olímpico vibraba, la esperanza florecía en el ambiente, ¡una noche mágica se presagiaba!
Pero la segunda mitad trajo consigo un giro de guion. El Athletic, conocido por su férrea defensa y su letal contraataque, supo adaptarse al estilo de Juric. La presión alta de la Roma se vio frenada, y los Leones, con su experiencia en el fútbol europeo, encontraron el empate en el minuto 85.
«Vi momentos de fútbol brillante, pero el Athletic está acostumbrado a jugar con pelotazos largos y no nos dejó presionar en el segundo tiempo. A pesar de eso, apenas crearon oportunidades más allá del gol», comentó Juric a Sky Sport Italia, con un toque de decepción en su voz.
A pesar del empate, Juric se mostró positivo. «Es una pena, ya que creamos ocasiones y no las concretamos, incluso Soulé tuvo una oportunidad clarísima en la segunda mitad. Nos castigaron por no aprovechar esas ocasiones, debimos ser más clínicos, pero vi muchos aspectos positivos», dijo el entrenador, con la mirada puesta en el futuro.
La Roma, con un nuevo proyecto bajo la batuta de Juric, se enfrenta a un reto complejo en la Europa League. El equipo necesita adaptarse a la intensidad y la experiencia de los rivales, y sobre todo, mejorar la definición para convertir las oportunidades en goles. Sin embargo, este empate, a pesar de ser agridulce, representa una oportunidad para que la Roma gane en confianza y aprenda de las dificultades.
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