¡Qué partidazo se vivió en el U-Power Stadium! Monza, tras su épica victoria en Verona, buscaba seguir con la racha, pero Venezia les plantó cara en un encuentro lleno de emociones. Al final, un empate a dos que dejó un sabor agridulce en el ambiente, pero no opacó la visión optimista del entrenador Alessandro Nesta.
«Empezamos mal, eso es innegable», confesó Nesta con la sinceridad que lo caracteriza. «Dos goles en contra en la primera mitad, pero la buena noticia es que reaccionamos con fuerza y logramos empatar en dos ocasiones. Queríamos la victoria, pero teniendo en cuenta cómo se desarrolló el partido, este resultado es aceptable.»
Sin embargo, el «Gladiador«, como lo apodan los aficionados, no se conformó con solo analizar el resultado. Se adentró en el corazón del problema: «Hay que analizar con detenimiento las razones de ese mal inicio. Es fundamental entender qué falló para que no se repita. Queríamos ganar, eso es obvio, pero no logramos ser efectivos en la segunda mitad, a pesar de las oportunidades que tuvimos. Podríamos haber hecho más.»
La pregunta que todos se hacían era si la presión de la victoria reciente en Verona había afectado a la mentalidad del equipo. Nesta respondió con una sonrisa: «En Verona, la presión era mayor porque llevábamos tiempo sin ganar. Personalmente, sentí más presión en ese partido contra el Hellas que en este contra Venezia. No creo que haya afectado al equipo.»
Sobre la efectividad de Monza en ataque, Nesta mencionó: «Es cierto que en los primeros partidos no tiramos mucho a puerta. Pero entre Verona, Venezia y los anteriores, hemos disparado más. Sin embargo, necesitamos más precisión en el pase final, en la zona de tiro. A veces somos un poco frenéticos.»
La última pregunta, inevitable, era si se hubiese conformado con 4 puntos en los últimos dos partidos antes del triunfo en Verona. Nesta respondió con su característica seguridad: «Sí, porque logramos una gran victoria en Verona y claramente, teníamos la mente puesta en otro triunfo. Pero está bien, este es un equipo que necesita entusiasmo. Necesitamos entusiasmo, pero esto es solo el comienzo.»
Nesta demostró una vez más su capacidad para analizar con frialdad la situación, pero sin perder la confianza en su equipo. Su mensaje fue claro: «Seguiremos trabajando duro para mejorar y alcanzar nuestros objetivos. El entusiasmo es fundamental, y no lo vamos a perder.»
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