La Juventus se encontró con un duro golpe en la Champions League, cayendo derrotada en casa ante el Stuttgart. A pesar de la actuación estelar del arquero Mattia Perin, quien se erigió como un auténtico muro infranqueable, la expulsión de Danilo en la segunda mitad y la falta de puntería en ataque condenaron a la Vecchia Signora a su primera derrota bajo el mando de Thiago Motta.
Perin, quien tuvo que ocupar el puesto de Di Gregorio debido a su suspensión, demostró ser más que un digno reemplazo. Su actuación fue memorable, con reflejos felinos y una seguridad que dejó a más de uno boquiabierto. Su intervención salvadora en el minuto 86, deteniendo un penalti con una parada espectacular, parecía augurar un final feliz para la Juve, pero el destino tenía otros planes.
Sin embargo, la heroica actuación de Perin se vio ensombrecida por el desafortunado error de Danilo. El brasileño, tras recibir dos tarjetas amarillas en rápida sucesión, dejó a su equipo con un hombre menos en el campo. La expulsión fue un punto de inflexión que desequilibró completamente el partido, dando al Stuttgart la posibilidad de tomar el control y, encontrar el gol de la victoria.
La Juventus, a pesar de controlar el balón durante gran parte del encuentro, se mostró ineficaz en ataque, como un gladiador que, aunque fuerte, no logra conectar con su objetivo. Vlahovic, aislado en la delantera, apenas vio el balón, y los intentos de McKennie y Conceição por abrir la defensa del Stuttgart resultaron infructuosos.
La entrada de Locatelli en el segundo tiempo injectó algo de calma al mediocampo, mientras que las apariciones de Cambiaso y Weah aportaron velocidad y dinamismo al ataque. Sin embargo, estos cambios llegaron demasiado tarde para evitar la derrota, dejando a la Juventus en una situación complicada en el Grupo B de la Champions League.
El análisis táctico:
Motta apostó por un 4-2-3-1, con Perin en portería; Savona, Kalulu, Danilo y Cabal en defensa; Thuram y Fagioli en el centro del campo; Conceição, McKennie y Yildiz en ataque; y Vlahovic como delantero centro. La estrategia del técnico italiano se basó en la posesión del balón y la presión alta, pero la falta de precisión en los pases y la falta de movilidad en ataque limitaron la capacidad de la Juventus para generar peligro.
La expulsión de Danilo, un golpe inesperado que desarmó al equipo, obligó a Motta a cambiar el sistema a un 4-3-3. La entrada de Locatelli ayudó a estabilizar el mediocampo, pero la falta de un delantero centro de referencia se hizo notar.
En definitiva, la Juventus mostró un nivel de juego por debajo de lo esperado en la derrota contra el Stuttgart. La actuación de Perin fue brillante, pero los errores de Danilo y la falta de eficacia en ataque condenaron a la Vecchia Signora a su primer traspié bajo la dirección de Motta.
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