Turín, Italia – La dolce vita en Turín, para Douglas Luiz, mediocampista de la Juventus, se ha visto interrumpida por un amargo despertar. Su hogar en el exclusivo barrio de la colina de Turín fue asaltado, dejando al brasileño y a su pareja, la futbolista Alisha Lehmann, con un nudo en el estómago.
Mientras Luiz celebraba con sus compañeros la victoria contra la Lazio, un grupo de ladrones aprovechó su ausencia para hacer un «gol» de campeonato en su casa: 11 relojes de lujo, valorados en 500.000 euros, y varios collares de diamantes de Lehmann, desaparecieron. La jugadora se encontraba en un retiro con el equipo femenino de la Juventus, preparándose para el partido contra el Inter de Milán.
La alarma sonó alrededor de la 1:30 de la madrugada, alertando a las autoridades. La policía y los equipos forenses se presentaron en escena para recopilar pistas y comenzar la investigación. El incidente ha encendido las alarmas entre los jugadores de la Juventus, quienes ya han sido víctimas de robos en el pasado.
Luiz, que aún no ha encontrado su ritmo en la Serie A, ahora tiene que lidiar con un nuevo desafío: la sensación de vulnerabilidad en su propio hogar. Su adaptación al fútbol italiano se ha visto complicada, y este golpe bajo no ayudará a que recupere la serenidad necesaria para brillar en el campo.
La elección de Luiz y Lehmann por la zona de Gran Madre, conocida por su belleza y su proximidad al centro de la ciudad, se ve empañada por este incidente. La pareja, que ha mostrado su amor por Turín, ahora se enfrenta a una realidad más cruda: la inseguridad que acecha incluso en los lugares más exclusivos.
El robo de Douglas Luiz es un recordatorio de que la vida de los futbolistas no es solo de gloria y pasión. La seguridad, o la falta de ella, también juega un papel importante. Este incidente seguramente tendrá un impacto en la vida personal y profesional del jugador brasileño.
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