La Italia de Luciano Spalletti está lista para rugir de nuevo después de sus victorias contra Francia e Israel en la Liga de Naciones. Los Azzurri se enfrentan ahora a Bélgica, liderados por Domenico Tedesco, con el partido de vuelta contra Israel a la vuelta de la esquina, el lunes 14 de octubre. Antes de la batalla, Spalletti se sentó con los medios para compartir algunas actualizaciones sobre su escuadrón.
La confianza de Spalletti en su equipo es contagiosa. «¡He visto la misma fortaleza que cuando jugamos contra Francia e Israel!», exclamó con convicción. «Muchos de estos jugadores ya estaban en la batalla anterior. Este es un grupo que da esperanza para el futuro, especialmente por la forma en que se unen y se apoyan. Confío en lo que estos chicos pueden hacer. Los encontré llenos de energía y ganas. Ahora realmente siento que tengo un equipo que sabe lo que hace.»
Al ser preguntado sobre la utilización de un mediapunta o un delantero centro puro, Spalletti respondió con una sonrisa pícara: «En realidad, no cambia mucho. Tenemos jugadores que saben jugar bien con el equipo. Queremos tener calidad en esa zona del campo y necesitamos ser capaces de hacer más cosas. Pellegrini tiene la misma posibilidad que Raspadori de crear esa superioridad que nos permite controlar el juego. Pero mañana, Pellegrini será el titular.»
Spalletti también destacó al joven talento de Calafiori, elogiando su capacidad de adaptación y su compromiso: «Él sabe cómo estar listo. Tiene la responsabilidad de tomar decisiones importantes. Tiene experiencia en muchos roles, pero en un equipo, necesitas tener orden, equilibrio.»
En relación al próximo partido contra Bélgica y las aspiraciones del equipo para la Copa del Mundo, Spalletti concluyó con una mezcla de prudencia y optimismo: «Tengo sentimientos positivos. Es un partido importante para nuestro futuro. ¿Copa del Mundo? La sentimos como una obligación, pero ciertamente no debe convertirse en una obsesión.»
Spalletti ha forjado un equipo que juega con ritmo, intensidad y una unidad palpable. El futuro del fútbol italiano parece brillante con jóvenes talentos como Raspadori y Pellegrini, junto a la experiencia y sabiduría de un entrenador como Spalletti. La próxima batalla contra Bélgica será una prueba crucial para la ambición del equipo y un paso más en el camino hacia la Copa del Mundo.
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