Roma, Italia — La furia de Claudio Ranieri retumbó en el Estadio do Dragão tras el empate 1-1 entre la Roma y el Porto en la ida de los playoffs de la europa League. No fue el empate lo que prendió la chispa, sino un volcán de indignación contra el arbitraje de Tobias Stieler, una erupción que salpicó directamente a Roberto rosetti, jefe de arbitraje de la UEFA. «Fue un partido hermoso. Vinimos a ganar, y estoy realmente contento con la actuación de mis muchachos», comenzó Ranieri, pero la calma fue solo una breve pausa antes de la tempestad.
Las acusaciones del estratega romano fueron directas y demoledoras. «¿Cómo es posible que se envíe a un árbitro a Porto que, en 22 partidos, solo ha visto al equipo visitante empatar 9 veces? ¿Por qué esta designación?», cuestionó Ranieri, señalando con el dedo a Rosetti.“le hablo a Rosetti, un hombre de integridad. ¿Qué necesita probar un hombre serio? No lo entiendo.envía a un árbitro que en 21 partidos a domicilio solo ha visto 9 empates, con el equipo local ganando el resto. ¿Cómo lo sé? Él también lo sabe». La estadística, fría y contundente, alimenta la sospecha de un favoritismo, quizás no tan encubierto, hacia el Porto.
Ranieri no se quedó en las meras insinuaciones. Pintó un cuadro vívido de parcialidad flagrante. “Iba repartiendo tarjetas a unos, a otros no. En mi opinión, estaba esperando que algo pasara dentro del área para darles la victoria”, denunció, describiendo un arbitraje que, según él, se dedicó a buscar una razón para inclinar la balanza a favor del equipo local. Ocho amarillas y una roja para la Roma dan peso a sus acusaciones.Un verdadero «festival» de tarjetas, la mayoría de ellas, según ranieri, injustas y provocadas.
La indignación de Ranieri trascendió la simple crítica al partido. Se extendió a la conducta de los jugadores, a los que tuvo que contener para evitar una confrontación post-partido aún más explosiva. «Ni siquiera quería que lo saludaran. No se merecía un saludo», declaró, dejando claro su desprecio por la actuación de Stieler. «Ver algo así en un campo internacional… Ya está hecho, seguimos adelante”. Pero las palabras, cargadas de amargura, resonaron con fuerza en el ambiente futbolístico.
Pero su malestar se extiende más allá de este encuentro. Ranieri, con la pasión de un tifo defendiendo su honor, arremetió contra las simulaciones en el fútbol moderno. “Odio ver a los jugadores gritar y agarrarse la cara como si los hubieran golpeado. ¡Usen el VAR contra ellos también y penalicen a los que simulan contacto, si no, ya no podemos jugar al fútbol! ¡Esto ya no es fútbol!”, exclamó con la pasión desatada. 😡
la mención de un anterior y polémico arbitraje en la final de budapest, con Anthony Taylor como protagonista, sólo refuerza la sensación de una injusticia sistémica para Ranieri, que, con su salida al campo para frenar a sus jugadores y su defensa a ultranza del equipo, se erige como el defensor de unos gladiadores traicionados en el Coliseo europeo.🛡️
¿Qué opinan ustedes, tifosi? ¿es este el arbitraje que merecemos? ¿Es esta la Roma que queremos dejar a nuestros hijos? ¡Compartan sus opiniones en los comentarios! 👇
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