Cesc Fabregas, el ex maestro del mediocampo de Barcelona y Arsenal, ha encontrado un nuevo hogar en las orillas del lago Como, no como un turista, sino como el artífice de un nuevo sueño: construir un equipo competitivo en la Serie A. Su viaje como entrenador es una historia que aún se escribe, llena de pasión, aprendizaje y la promesa de un futuro brillante.
«Estoy al principio de mi carrera como entrenador. Me siento bien, pero aún tengo mucho que aprender», confiesa Fabregas con la humildad que lo caracteriza. Su sed de conocimiento se refleja en las figuras que admira, como Simone Inzaghi y Thiago Motta, dos estrategas que han dejado una huella imborrable en el panorama táctico italiano.
«Si tuviera que inspirarme en mis colegas, me impresiona Inzaghi, quien con su 3-5-2 logra crear una anarquía increíble, haciéndola viable con un gran trabajo. Por otro lado, no puedo dejar de mencionar a Thiago Motta, quien con su estructura le está dando un enfoque moderno al fútbol italiano, gracias también a la participación de los centrales», explica Fabregas, revelando una mente abierta y curiosa que busca absorber lo mejor de cada maestro.
Su mirada se dirige entonces hacia la Serie A, donde la batalla por el título se está librando con intensidad. «Todavía estamos al principio, pero creo que el equipo más fuerte sigue siendo el Inter, también porque, partido tras partido, se podía ver que sería bastante simple ganar el título. Obviamente, el Napoli con Antonio Conte también estará ahí arriba; él sabe cómo ganar un Scudetto y una Premier League. Para los demás, ya veremos», analiza Fabregas con la sabiduría que le da su experiencia como jugador de élite.
Pero su atención no se limita a los gigantes del fútbol italiano. Su pasión se centra en el desarrollo de jóvenes talentos en Como, como Nico Paz y Máximo Perrone. «Lo que me ha sorprendido es la voluntad de los jugadores, que tienen una gran hambre de mejorar, aunque siempre tengo la sensación de que podemos hacer más», afirma.
«Sé que todos hablan de Nico, Perrone y Sergi Roberto; muchos de ellos son jugadores jóvenes que traen pasión al campo y luchan por un puesto en el equipo. Particularmente con Nico, pensé que necesitaría dos o tres meses para adaptarse al equipo y a la cultura italiana, pero desde los primeros días, quedó claro que estaba preparado», destaca Fabregas, revelando su habilidad para detectar el potencial en los jóvenes y su compromiso para nutrirlo.
El «Mago de Como» no solo busca la victoria en el campo, sino también la felicidad de sus jugadores. «Si el año pasado tuvieron cinco días de vacaciones en Ibiza (por el ascenso), este año podría pagar diez días de vacaciones si nos mantenemos en la Serie A», bromea con la picardía que lo caracteriza, dejando claro que la satisfacción de sus jugadores es una prioridad para él.
Cesc Fabregas, el mago que llegó a Como para escribir una nueva historia, ha comenzado a tejer un sueño con hilos de pasión, talento y ambición. Su viaje como entrenador es solo el principio, un viaje que promete ser tan emocionante como su carrera como jugador.
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