Milán – ¡Se respira un nuevo aire en la casa rossonera! Con Paulo Fonseca al mando, el AC Milan ha comenzado un nuevo capítulo, marcado por una estrategia audaz y un enfoque más firme. El mítico entrenador del Milan, Fabio Capello, ha dado su visto bueno a esta nueva actitud de Fonseca, especialmente tras el escándalo de los penales en el Olímpico, protagonizado por Rafael Leão y Theo Hernandez.
En una entrevista con La Gazzetta dello Sport, Capello explicó por qué celebra el nuevo estilo del entrenador portugués, que se ha hecho notar en la reciente conferencia de prensa previa al partido contra el Udinese.
«Lo hizo bien», afirma Capello con su habitual contundencia. «Como él mismo dijo, es hora de que los jugadores del Milan asuman la responsabilidad de llevar una camiseta tan importante».
Este Fonseca, más directo y decidido, ha sorprendido a muchos. Capello desgrana: «Después de la derrota en Florencia, muchos criticaron al entrenador del Milan por falta de autoridad. Y, sinceramente, viendo el caos por los penales, la duda era legítima. La conferencia de prensa de ayer es una señal en este sentido: basta ya, yo soy el entrenador y tomo las decisiones, los jugadores deben adaptarse. Y no crean que Fonseca fue a la conferencia de prensa solo para hacer un espectáculo; estoy seguro de que ya había usado palabras igualmente duras en el vestuario antes».
La asertividad de Fonseca no se limita a las palabras; también se extiende a sus decisiones. Por ejemplo, se espera que Leao comience desde el banquillo en el próximo partido. Capello apoya esta decisión: «Si Fonseca cree que es bueno para el Milan, es correcto que tome decisiones fuertes como dejar fuera a uno de los jugadores más importantes del equipo. No sé si lo está haciendo por razones de comportamiento, si no ha digerido ciertas frases de Leao mientras estaba con la selección nacional, o simplemente por razones técnico-tácticas o por rotación, pero es legítimo de todos modos. De hecho, creo que Paulo merece un ‘bravo’ por su valentía».
Capello reconoce que las críticas no se harán esperar si los resultados no acompañan: «Obviamente, si no obtiene resultados, no se le perdonará la crítica. Pero, ¿quién es (casi siempre) el que es puesto en el banquillo de los acusados cuando se pierde? El entrenador. Entonces, si es responsable, al menos que siga su línea de pensamiento y que le importe un bledo las controversias. Yo experimenté algo similar con Ronaldo en el Real Madrid. Y eso fue Ronaldo el Fenómeno, no Leao, con todo el respeto para este último…».
Ante la posibilidad de que Leao se resienta de la exclusión, Capello enfatiza la importancia del profesionalismo: «A estos niveles, los jugadores deben ser capaces de recibir los mensajes del entrenador y reaccionar positivamente. Sin embargo, espero que los compañeros le expliquen a Leao qué funciona y qué no, cómo puede mejorar, especialmente en ciertas actitudes».
Los cambios de Fonseca no se limitan a Leao. Desde el regreso de Chukwueze al once inicial hasta el posible rol de Pulisic como trequartista, se siente que Fonseca quiere revisar ciertas ideas de verano que fueron abandonadas tras los resultados negativos iniciales. Capello comenta: «Está tomando decisiones valientes, luego el campo dirá si estaba en lo cierto o no. El punto siempre es el mismo: un entrenador debe seguir sus ideas, incluso si alguien desde fuera no las entiende o no está de acuerdo con ellas».
La ausencia de Zlatan Ibrahimovic de Milanello durante este período desafiante ha levantado cejas, dado su pasado de intervenir en momentos difíciles. Capello se abstiene de especular, pero recuerda una interacción reveladora: «Una vez le pregunté a Ibra en televisión cuál era exactamente su papel porque no estaba muy claro, y no solo para mí. Simplemente respondió: ‘Soy el jefe’. Entonces, si él está al mando, él mismo decidirá…».
Cuando se le pregunta si la ausencia de Ibrahimovic se puede interpretar como una vía libre para Fonseca, Capello está de acuerdo: «Esta es una interpretación que me gusta, y estaría de acuerdo si Ibra actuara con esta intención. No siempre puede ser el club el que levante la voz, de lo contrario el entrenador parece un títere, perdiendo credibilidad ante los jugadores. Fonseca, por otro lado, usando incluso palabras coloridas, ha hecho saber que de ahora en adelante no le hará caso a nadie. Un mensaje que este Milan necesitaba, al menos desde lo que pude percibir desde afuera. Y quizás el propio entrenador también lo necesitaba, para exigir con cierta autoridad a sus jugadores lo que tiene en mente».
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