¡Ay, qué dolor! Se palpa la tensión en Milanello. El corazón rossonero se encoge al ver la crisis en la delantera justo antes del crucial encuentro contra el Napoli. Tammy Abraham, nuestro goleador inglés, cayó lesionado contra el Udinese, y la noticia no es buena: el hombro le dice «no» al partido contra los napolitanos. ¡Un golpe duro, pero no mortal!
Y si la ausencia de Abraham es un mazazo, la situación de Luka Jovic es como un volcán a punto de entrar en erupción. El serbio lucha contra la pubalgia, esa traicionera lesión que acecha a los futbolistas. ¿Podrá estar en la cancha? El lunes se sabrá, pero la incertidumbre es un fantasma que se pasea por Milanello.
¡El destino de Milan está en juego! Este partido contra el Napoli es una prueba de fuego, una batalla por la cima de la Serie A, una lucha por mantener el sueño de la gloria viva. Sin nuestros goleadores titulares, ¿quién levantará la bandera rossonera?
Fonseca, el gran estratega, deberá encontrar la solución. ¿Sacará a De Ketelaere del banquillo para darle una oportunidad? ¿Apostará por la velocidad de Messias? ¿O quizás confíe en el joven talento de Lazetic? Cualquiera que sea la decisión, deberá ser valiente y llena de corazón.
¡No hay tiempo para lamentos! El espíritu Rossonero es fuerte, y sabemos que Milan siempre ha sabido superar las adversidades. Confiemos en que la energía del San Siro, la pasión de los tifosi, y el coraje de nuestros guerreros nos lleven a la victoria. ¡Forza Milan!
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