El aire en el San Siro se siente denso, cargado de expectativas y, ¿por qué no decirlo?, un poco de incertidumbre. El AC Milan, otrora campeón, se enfrenta a un nuevo desafío: el caso Leao. Por segunda vez en diez días, el fulgurante portugués se encuentra en la banca, víctima de una decisión táctica que ha despertado más que un simple murmullo. ¿Un simple cambio de roles, o el inicio de una nueva era?
La ausencia de Christian Pulisic en el último encuentro, un golpe de último minuto para Fonseca, no fue suficiente para que el entrenador le diera la oportunidad a «El Rey», como le llaman algunos. ¿Un acto de rebeldía o una estrategia meditada? La pregunta flota en el aire, dando lugar a un debate que ya ha llegado a los rincones más recónditos del calcio italiano.
«Es un no-problema», sentenció Fonseca después del partido. Palabras que suenan a calma en medio del huracán, pero que no logran disipar las sombras que se ciernen sobre el San Siro. Según Calciomercato, este es el punto de inflexión: Leao, el protagonista de la última temporada, el «enfant terrible» del ataque milanista, es tratado como uno más.
¿Un simple ajuste táctico o una señal de una ruptura inminente? La pregunta persiste, como un eco que resuena en cada paso del portugués. La tensión, aunque no explícita, se siente en el ambiente. La fría mirada de Fonseca en el banquillo, las palabras de Leao en los pasillos, todo parece apuntar a un cambio de dinámica que podría tener repercusiones impredecibles.
¿Cuáles son las razones detrás de este «no-problema»? Se habla de un deseo de Fonseca de buscar nuevas soluciones, un llamado a la responsabilidad para Leao, un intento de sacar lo mejor del joven portugués. Se menciona el partido en Parma, donde la intensidad de Leao no estuvo a la altura del resto de la plantilla. Se recuerda la exclusión de Leao del descanso con sus compañeros después del partido contra la Lazio. Se habla de una conversación previa al partido contra el Udinese sobre la gestión de Leao con la selección portuguesa durante la pausa internacional de octubre.
¿Y qué piensa la directiva? La mirada del club es la de un padre preocupado: sin tomar partido, esperan que esta nueva estrategia motive a su «niño» a dar un paso adelante. Un Leao a medias no sirve a nadie.
¿Qué pasará con el «Rey»? ¿Se dejará llevar por el miedo o encontrará la fuerza para reinar de nuevo? Es una pregunta que solo el tiempo puede responder. La historia de Leao en Milán aún no ha terminado, pero la historia se escribe con letras de fuego. ¿Seguirá siendo el protagonista del ataque o su reinado ha llegado a su fin? La respuesta se esconde en el corazón de cada partido, en cada toque de balón, en cada mirada de frustración o de alegría.
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